Después de rechazar la
oferta de Paquito esta mañana para salir a correr un ratillo y después de pasar
la mañana aburriéndome en casa decido salir a dar una vuelta después de comer.
En principio el plan era salir una horilla o así para “estirar las piernas” del
intento de Castifrío de ayer. Despedirme hasta la semana que viene de las
montañas y los bosques antes de volver a Salamanca. El destino elegido son Los
Pilones subiendo por Los Sotos, con calma, para disfrutar.
Las primeras cuestas las
llevé bastante bien para haber tenido las piernas cansadas ayer por la tarde,
parece que he recuperado bien. Se nota que hoy ha salido buen día y que son las
3 de la tarde porque pronto me pongo a sudar como un descosido y se agradece
cada sombra que me encuentro por el camino. Aprovecho para sacar algunas fotos
a las últimas nieves pues tienen los días contados y le dan un toque especial a
nuestra sierra.
Llego al sendero del mirador
después de pasar por las Merinas y me cruzo con algunas personas que vienen de
Los Pilones. Se me ocurre aprovechar para sacar algunas autofotos ya que voy
sólo y así las fotos tienen algo más de relleno (después de varios intentos
fallidos lo consigo y el resultado, aunque no sea del otro mundo, me vale).
Sigo por el sendero y bajo la calzada para llegar a Los Pilones. Hay poca gente
estos días y me cruzo con pocas personas por las escaleras. Aprovecho para
sacar algunas fotos más en la subida hacia
el desvío que lleva al Chorrero de la Virgen. Qué dura es esa subida.
Disfruto del sendero que va
de Los Pilones al refugio y de la buena tarde que hace. Se está bien aquí
arriba a pesar del calor, mucho mejor que en Salamanca, pienso. Aprovecho para recuperar
líquidos echando un trago en la fuente que hay antes del refugio. Sigo sudando
a mares y hay que hidratarse. Esto ya se parece más a mayo. El sendero de Los Pilones
no tiene mucha pendiente y puedo aprovechar para recrearme con la música del
mp3. Pero al final lo bueno se acaba, llego al cruce de la Garganta Chica y decido
alargar la ruta hacia el Puente de Carrascal. Esto le da un plus de
dificultad al “paseo” que tenía planeado en un principio.
Esta subida es muy técnica y
tiene bastante desnivel en algunos tramos. La he hecho alguna vez hacia abajo y
ya me parecía algo complicada. Hacia arriba es dura como ella sola y las
piernas lo notan. Muchas piedras que dificultan el apoyo del pié y pendientes
bastante pronunciadas en las que hay que levantar las piernas bien arriba. El
paisaje es espectacular asique de vez en cuando aprovecho para sacar algunas
fotos y descansar un poco, lo que hace que luego pueda aprovechar para correr
algo más fresco hacia arriba.
Llegando al Puente
Carrascal, tras tomar una curva cerrada, escucho un ruido delante de mí,
levanto la vista y veo un pequeño grupo de cabras monteses que se me quedan
mirando. Nos separan no más de 10 metros. Me quedo parado, intento sacarles una
foto pero antes de siquiera sacar la cámara ya han desaparecido. Poco después
vuelvo a verlas, ahora más abajo, intento sacarles otra foto pero vuelven a
huir. Impotente sigo disfrutando del camino cubierto de rocas y agua antes de
llegar al puente. Cuando llego aprovecho para comer algo y sacar unas fotos. Está
bien disfrutar del sonido y la vista de la naturaleza aquí solo. La Garganta
viene cargadita de agua.
Con tanto sacar fotos se me
está haciendo tarde y hay que volver asique sigo el camino que me llevará al Puente
Nuevo. El verde primaveral y el morado del tomillo adornan el camino y hacen la
subida más llevadera. Paro en otra fuente a echar otro trago de agua.
Posiblemente hasta el pueblo no encuentre más. Llego a la Ruta de Carlos V y
tras un par de tropiezos alcanzo el puente.
La subida hasta el Collado
de Las Losas con este calor se hace más dura de lo que parecía. Llego al cruce
y decido alargar un poquito más la ruta siguiendo por la Carlos V. La verdad es
que ahora voy muy cómodo y me apetece disfrutar un poquito más de la tarde y
esa bajada siempre me ha gustado mucho. Ya llevo dos horas y hay que volver a
casa así que disfruto la bajada bastante
rápida y sólo saco un par de fotos más.
Decido bajar hacía las Rejollás en
lugar de ir hasta Las Pedrizas para acortar un poco que se me hace tarde. Al final llego al puente
después de dos horas y media y con algo más de 19 duros km a mis espaldas. No está mal para haber
salido pensando en estirar las piernas un rato para quitar el mono. Me hubiera
gustado disfrutar más aún de la garganta pero es hora de volver a Salamanca
asique habrá que esperar a otro fin de semana para volver a correr por los senderos
de la Reserva.
- Enlace al track de la ruta: TRACK
- Enlace al álbum de fotos: FOTOS
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