La verdad es que ayer,
después de bajar de El Torreón, no me hacía mucha ilusión coger hoy la bici
para darme una paliza por la sierra de Puerto Castilla pero tampoco supe
negarme a la oferta y a las 9 de la mañana estaba en la Plaza de la
Independencia de Jerte preparado para una ruta más o menos improvisada con
otros 5 compañeros del Club Deportivo Jerte con la intención de subir a la
Laguna del Barco.
Nos pusimos en camino por el
cordel hasta Tornavacas pasando por la dura y famosa cuesta de Santa María y la
temida subida del campo de fútbol de Tornavacas que, con este calor, se hace
más dura y larga de lo que recordaba de la última vez. Al llegar a la carretera
empalmamos con la subida del Puerto de Tornavacas.
La llegada al puerto, a la
carretera, supone un descanso que nuestras piernas agradecen. Subimos a buen
ritmo hacia el alto del puerto donde nos reagrupamos. En la bajada al pueblo de
Puerto Castilla, nos lanzamos a toda velocidad para llegar a la fuente. Aprieta
el calor y hacemos un pequeño avituallamiento para reponer fuerzas antes de
empezar la subida hacia la laguna.
Después del descanso, de
comer algo y reponer líquidos nos ponemos en camino para subir por la pista
forestal que nos llevará, ladera arriba, hacia la laguna. Algunos ya empiezan a
notar el cansancio y el calor y deciden retirarse de vuelta a Jerte. Los otros cuatro
decidimos seguir subiendo pista arriba con ritmo tranquilo ya que no sabemos lo
que nos espera por delante y según nuestros cálculos aún nos faltan unos 10 o
15 kilómetros para llegar.
El sol golpea con fuerza, la
pista no tiene un solo árbol que nos regale una pequeña sombra y Patrick se nos
va quedando por lo que intentamos seguir más despacio mientras ascendemos. En
una de las curvas damos vista al otro lado de la ladera esperando ver el camino
a la Laguna del Barco pero nos damos cuenta de que en el cruce que vimos hace
unos kilómetros elegimos el camino equivocado. Podemos ver unos senderistas a
lo lejos recorriendo el camino que deberíamos haber cogido. Y decidimos hacer
una parada para esperar y reagruparnos mientras decidimos qué hacer.
No barajamos la posibilidad
de dar marcha atrás o atravesar el pequeño valle que nos separa del camino
correcto ya que la subida, a pesar de tener buen firme, está siendo dura y las
piernas no están para muchos trotes. Hace mucho calor y apenas nos queda agua.
Al final decidimos seguir subiendo con el objetivo de encontrar otra pista más
adelante que nos lleve hasta el alto del Puerto de Tornavacas e iniciar desde allí
el descenso. Cuando alcanzamos esta pista aprovechamos el pequeño arroyo que
pasa a nuestros pies para hacer un último avituallamiento y recuperar líquidos
y fuerzas antes de la bajada.
La bajada es larga y muy
bacheada y, a pesar de suponer un descanso
para nuestras piernas después de la subida, nos machaca los brazos y las
manos debido a las altas velocidades y a los baches del camino. Después de un
rato de bajada llegamos al alto del Puerto de Tornavacas e iniciamos el
descenso por la carretera agradeciendo el aire que generamos al bajar y que nos
refresca un poco. Hoy hace mucho calor.
Bajamos por el campo de
futbol de Tornavacas, la cuesta de Santa María y Las Pedrizas agradeciendo los
pasos por los arroyos que nos mojan y nos refrescan algo más. Poco después
llegamos a Jerte. Aprovechamos para refrescarnos en el pilón de la plaza y
echarnos unas fotos antes de parar a tomar algo para recuperar fuerzas. Toda
una tradición en nuestras rutas.
Se acaba el fin de semana con otros 45 duros
kilómetros en las piernas y con ganas de volver a compartir un día de montaña.
Pero eso ya será después de la campaña de las cerezas.
- Enlace al track de la ruta: TRACK
- Enlace al álbum de fotos: FOTOS
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