Uno no tiene siempre la
posibilidad de practicar en montaña y, lamentablemente, al vivir en una ciudad
como Salamanca, las opciones de entrenar a diario se reducen a carreras por
asfalto o, en su defecto, tiradas por pistas de zahorra rodeadas de campos de cereales.
Encontrar un árbol, una cuesta medianamente larga o pendiente, un arroyo o una
mínima sombra se convierte en algo extremadamente complicado. No es momento de
echar de menos nuestra maravillosa reserva natural o los alrededores de Jerte.
Hay que entrenar y hay que conformarse con lo que uno tiene cerca. Ayer tocaba uno
de los recorridos que suelo hacer para evitar asfalto (a veces hasta me quita las ganas de salir). El recorrido une
Salamanca con Aldeatejada mediante una pista de zahorra. Cuenta con el
aliciente de un par de repechos medianamente largos y muy pendientes en un
pequeño teso recorrido por un sendero de cierta tecnicidad. No es gran cosa pero me sirve para
quitar un poco el mono de rocas y piedras sueltas.
Ayer fué día de fiesta y
amaneció lloviendo. No me apetecía mojarme por la mañana y cambié el
entrenamiento para la tarde. Convencí a Marga para que me acompañara con mi
bici (hacía mil años que no cogía una bici pero pronto le pilló el tranquillo
de nuevo) así yo podría llevar un ritmo más alto y constante y podríamos
alargar la tirada, además le serviría para hacer algo de piernas y nos
permitiría llegar más lejos hasta una zona algo más técnica de lo habitual en
los alrededores de Salamanca. Comencé a grabar el
recorrido al pasar el puente romano puesto que dentro de la ciudad el GPS no
pillaba bien los satélites y aprovechamos para ir calentando motores y para que
Marga cogiera confianza de nuevo con la bici.
Una vez cruzado el puente
romano atravesamos un parque y unas pistas deportivas y nos metemos directamente
en el camino de zahorra que recorre la parte trasera del barrio del Zurguén. El
camino es bastante llano, ancho y cómodo para correr y para la bici. A la
izquierda hay un pequeño cerro y varios senderos que suben y bajan por él y
que, habitualmente, utilizo para practicar subidas y bajadas. Son cortos pero
con bastante pendiente. Seguimos hacia adelante hasta llegar a un tramo
asfaltado con una rotonda que sirve de unión con la pista que lleva
hasta Aldeatejada cerca del Polígono Industrial del Montalvo.
A partir de aquí el campo
charro se ofrece en su máximo esplendor. La pista es bastante recta, llana y
rodeada de pasto seco a ambos lados. Ninguna sombra, pocos montículos de mínimo
desnivel y kilómetros y kilómetros de repetitivo paisaje. Aprovechamos para
sacar algunas fotos para amenizarlo un poco. Cruzamos un par de pequeños
túneles bajo la carretera y la autovía y entramos en terreno de Aldeatejada. El
camino se vuelve un poco más técnico y desnivelado pero sin salirse de lo habitual.
Llegamos a una cruz de
peregrinos que marca el paso del Camino de Santiago en el Teso de las Zorreras,
ya casi en Aldeatejada. Esta es la zona que más me gusta del recorrido. Hay una
bajada medianamente técnica, una pequeña pero muy pendiente subida y un
estrecho sendero que recorre el teso, rodeándolo, con vistas al pueblo desde su
cima. Hay también un par de cuestas totalmente rectas, técnicas y con bastante
pendiente, de unos 100-200m de longitud en las que entrenar subidas y bajadas.
Es lo más parecido a la montaña que voy a encontrar así que es una de mis zonas
favoritas para entrenar.
Pasamos un buen rato sacando
fotos. Bajo hasta la parte baja para subir la cuesta más larga un par de veces.
Luego vamos hacia otra cuesta menos pendiente, pero más técnica, en la que
entretenemos gran parte del tiempo que estaremos en Aldeatejada. Pierdo la
cuenta de las veces que bajo y subo esa cuesta sacando fotos de bajadas y
subidas, de saltos y de rocas. Es la parte divertida del entrenamiento.
Se va haciendo tarde y
decidimos volver. Terminamos de recorrer el sendero que atraviesa el teso. La
parte final es algo más técnica y ofrece bonitas vistas del pueblo. Pasa por
encima de las pistas deportivas de Aldeatejada y termina bajando por una zona
arbolada que nos deja en sus calles. Atravesamos el pueblo y pasamos por la
puerta de mi antiguo trabajo. Volvemos a la pista de zahorra. Un kilómetro más
adelante tomamos un desvío que nos lleva por otra pista, de nuevo, hasta la
cruz de los peregrinos.
A partir de aquí recorremos
de nuevo la pista que nos lleva hasta Salamanca. El sol empieza a irse pero
hace bastante calor. Recorremos unos cuantos kilómetros hasta llegar de nuevo a
la parte trasera del barrio del Zurguén. Aprovecho para darme una última
alegría y subir una cuesta que une el arroyo con la parte trasera
del barrio. Es una cuesta corta pero muy pendiente, de arena suelta y
totalmente recta. Las zapatillas que llevo no son las más adecuadas y, a mitad
de camino, comienzo a resbalar y me toca terminar subiendo a gatas. Era de
esperar. Después de la subida la bajada y de nuevo al camino que nos llevará hasta el
parque que hay al cruzar el puente romano.
Apago el GPS y sigo corriendo hasta
casa. Al final hemos tardado más
de lo que esperábamos pero hemos tenido una tarde entretenida. No es que sea el
paisaje de mis sueños, de hecho no me gustan los campos de la meseta, pero
puedo decir que ayer he disfrutado de los caminos y tierras salmantinas. Espero
tener muchas tardes como esta.
- Enlace al track de la ruta: TRACK
- Enlace al álbum de fotos: FOTOS
No hay comentarios:
Publicar un comentario