lunes, 4 de marzo de 2013

Level Up:



Fin de semana de sierras nevadas y con el reto de acompañar a tres verdaderos máquinas en sus aventuras. Tengo que admitir que, al principio, estaba un poco inseguro al aceptar la invitación de Javi para acompañarles a él, a Susi y a Pedrito en la salida del domingo con el fin de que Pedro reconociera la zona para su reto Integral Valle del Jerte pero, al final, ha resultado ser uno de los entrenamientos más completos, enriquecedores y entretenidos de los últimos que he realizado y la compañía, como siempre, inmejorable. Son muchas cosas las que podemos aprender al compartir actividades y entrenamientos con amigos con tanta experiencia como Javi, Susi y Pedro y, a veces, hay que dejar atrás el miedo o las dudas que tenemos sobre nuestras propias capacidades y animarse a dar el paso para “subir de nivel”. Así que empezaré dando las gracias por invitarme a compartir una gran mañana con vosotros, por concederme ese plus de experiencia y conocimientos y, sobre todo, por el gran aporte humano que supone forjar y fortalecer los lazos de amistad entre nosotros. Será un placer repetir la experiencia en cuanto tengamos la posibilidad.


El sábado no sabía si salir un rato a trotar o guardar las fuerzas para la que se me venía encima el domingo. La sierra completamente cubierta de nieve por las últimas nevadas, la visualización del recorrido que teníamos previsto para el dia siguiente y, sobre todo, al nivel de preparación de mis tres compañeros de aventura me hacían tener ciertas dudas sobre dónde me estaba metiendo.


Al final opté por salir a estirar un poco las piernas con la bici que, por cierto, ya estaba empezando a criar telarañas en la cochera. Fué una salida relajadita, sin mucho que destacar salvo darme el lujo de quitarme el mono recorriendo el sendero de Los Pilones que ya empieza a estar bastante concurrido y de “disfrutar” de tres pequeñas caídas sin mayor importancia (dos de ellas por encima del manillar, como cuando era nuevo). Por lo demás una buena mañana disfrutando del calorcito del sol que ya se echaba de menos después de una semana tan fría.


Por la noche pronto a la cama que al día siguiente tenemos “entrenamiento para mayores de edad”. El despertador puesto a las 5:30 pero yo despierto desde las 4:15 dándole vueltas a la cabeza. Las dudas sobre mis posibilidades no me permiten conciliar el sueño de nuevo así que simplemente disfruto del calorcito de la cama hasta que suena el despertador. Desayuno contundente para llenar el depósito y a preparar la mochila con todo lo que pueda necesitar teniendo en cuenta que, la mayor parte del trayecto habrá bastante nieve y, seguramente, la temperatura sea bastante baja.


Llega la hora. Salgo de casa y cruzo el pueblo hacía la caseta de la oficina de turismo donde me tiene que recoger Pedro para subir hasta Tornavacas. El pueblo duerme y las nubes recorren el cielo bastante altas, parece que vamos a tener suerte. Solventados algunos problemillas para aparcar llegamos a la plaza de Tornavacas donde nos esperan Javi y Susi. Después de los saludos y un par de fotos nos ponemos en marcha al más puro estilo tornavaqueño (subiendo cuestas desde el principio para ir bajando el desayuno).


Las dudas sobre mis posibilidades se disipan espontáneamente. Ya no hay vuelta atrás y decido dejarme llevar. Es momento de disfrutar del entrenamiento y de aprovechar para aprender todo lo posible de esta experiencia. Ascendemos por la primera ladera con una subida totalmente vertical y empezamos a pisar nieve en menos de dos kilómetros. Al realizar la primera parada disfrutamos de las mejores vistas del Valle al amanecer con Tornavacas a nuestros pies y el marco de nuestros valles y sierras nevadas rodeándonos. La mañana se presenta con buena pinta. Temperatura y climatología inmejorables a pesar de las nubes.


Seguimos ascendiendo pisando cada vez más nieve hasta alcanzar la trocha que faldea por la montaña hacia el Chalet de San Martín. El camino está bastante limpio de nieve y es bastante técnico así que podemos disfrutar saltando entre las piedras y trotando a un ritmo bastante agradable. Las primeras cabras monteses nos saludan a nuestro paso y por fin llegamos al chalet donde hacemos una breve parada para comer algo y pensar en el siguiente paso a dar teniendo en cuenta la magnitud de la nevada que tenemos por delante.


Después de reponer fuerzas y charlar un rato decidimos continuar la ascensión hacia la cuerda. Tenemos suerte y podemos aprovechar las pisadas de un grupo que había subido el día anterior hacia La Covacha facilitándonos bastante la ascensión. Salirse del camino ya pisado supone hundirse en la nieve hasta las rodillas pero gracias a estas pisadas conseguimos llegar arriba sin mucha dificultad. Las nubes comienzan a pegarse a las cumbres del circo de Castifrío y hacen que un viento helado nos golpee con fuerza bajando bastante la temperatura. 


Viendo que es innecesario y absurdo seguir ascendiendo debido a que cada vez hay más nieve acumulada y al aumento de nubosidad, decidimos faldear por la solana hacia abajo para librarnos del viento. Avanzando con bastante incomodidad entre la nieve virgen, hundiéndonos contínuamente hasta las rodillas, conseguimos llegar hasta llegar hasta el arroyo que hay pasado Peña Negra (Javi es como una enciclopedia para los nombres de cada cumbre, collado, arroyo y zona de la sierra pero yo tengo una memoria limitada y, salvo cuatro puntos concretos, nunca recuerdo los nombres...). Hacemos otra pequeña parada en la majada para comer algo y plantear el siguiente paso en el recorrido.


Decidimos ir hasta la Plaza de Redondo y ascender hasta el Chozo de El Melocotón. Allí nos encontramos con Paulino que nos recibe y le da a Pedro algunas indicaciones sobre el camino que deberá seguir para alcanzar desde allí el Collado de Las Yeguas de la forma más adecuada cuando realice su reto el día de Jueves Santo. Después de recuperar fuerzas y de un rato de charla nos despedimos y desandamos el recorrido hacia la pista de la Garganta de San Martín. La nieve ya empieza a derretirse con el sol y se nota que está bastante más blanda y resbaladiza.


Descendemos por la pista charlando mientras nos vamos acercando rápidamente a Tornavacas. La aventura termina donde empezó, en la plaza, con unos 25km y unos 1300+. Como recorrido espectacular y divertido con tanta nieve e inmejorables vistas, como entrenamiento muy completo y como experiencia muy enriquecedora tanto en lo personal como en lo deportivo. Es un verdadero placer compartir afición y aventuras con compañeros como estos y es una lástima que, por falta de tiempo o coincidencia, haya pocas oportunidades de disfrutar de mañanas como esta. Habrá que cruzar los dedos para que no tarde en repetirse. Mención especial requiere el avituallamiento final en casa de Susi que nos llenó el estómago al estilo de la mejor Nochebuena y nos permitió disfrutar de una agradable sobremesa. Así da gusto desgastar las zapatillas.

Nos vemos en los montes y a seguir subiendo de nivel !!

1 comentario:

  1. Para que luego digan que Bin Laden esta muerto,si le teneis en la ultima foto.

    ResponderEliminar