¡Cómo pasa el tiempo! Hace un año que, a petición de
mi hermano, comencé esta aventura de escribir en un blog mis aventuras y
desventuras montañeras. Hace un año de aquella primera vez que me aventuré en
ayudar a organizar la Carrera por Montaña Garganta de los Infiernos. Mucho ha
llovido desde aquellos días y mucho es lo que hemos aprendido a lo largo de
todo este año. Para esta tercera edición, el principal objetivo era superarnos
como organización y como carrera. Hemos incrementado la distancia, el desnivel
y la dureza del recorrido, haciéndolo más técnico, más montañero, más
“nuestro”. Hemos intentando mostrar esos maravillosos lugares de Jerte que no
suelen aparecer tanto en los medios y en las postales (creemos firmemente que
Jerte no son sólo cerezos en flor o los llamativos Pilones…).
Hemos intentado, por todos los medios a nuestro
alcance y dando todo lo que llevábamos dentro, promocionar lo más posible
nuestra prueba, darla a conocer fuera del territorio extremeño, gritar fuerte
en toda España que Jerte está ahí y que no quiere conformarse con ser una
pequeña prueba local o regional sin más alicientes. Creemos que el recorrido de
nuestra carrera merece la pena y tiene todo lo necesario para convertirse en
una gran prueba, aún siendo una prueba corta y no excesivamente dura para su
condición de carrera por montaña (de este modo intentamos mantener nuestro
guiño al público popular que viene a Jerte para disfrutar de una carrera en
plena naturaleza). También nos gustaría destacar que tanto el pueblo de Jerte,
en general, como nuestros colaboradores, en particular, no se quedan atrás con
respecto a cualquier prueba “grande” en cuanto a animación, apoyo y entrega.
Pero bueno, vayamos por partes.
Comenzaré diciendo que llevamos dedicando grandes
esfuerzos a la organización de esta tercera edición desde el mismo día que
terminamos la segunda. Han sido muchos meses de preparación y de trabajo
continuo que, este año, ha resultado más llevadero gracias a que contábamos con
bastante experiencia del año pasado (de hecho Jose, el auténtico organizador y
padre de la carrera, ya contaba con experiencia de las otras dos ediciones).
Los últimos meses y, sobre todo, el último mes, ya han sido otro cantar.
En primer lugar, y no es por tirarnos flores, sabíamos
que habíamos hecho un gran trabajo con la carrera, el recorrido este año iba a
ser muy llamativo y, sólo con eso, ya contábamos con llamar la atención de
muchos corredores. En cuanto a promoción quizá se nos fue un poco de las manos
ya que, gracias a mi enorme actividad en facebook y a mi vicio con el mundo de
las carreras por montaña, conseguimos llegar rápidamente, y en muy repetidas
ocasiones, a una gran cantidad de público aficionado al mundo del trail, lo
cual nos facilitó bastante las cosas. El gran trabajo de Dani con el
vídeo promocional (un video de calidad totalmente profesional y elaboración
puramente artesanal) y la mano que nos echó Santi con la entrevista para su web
de TRBSports
(que visitan diariamente miles de personas del mundillo) terminaron de provocar
el tremendo boom mediático la semana antes de abrir inscripciones y el
resultado no se hizo esperar: en tan sólo 21 horas se agotaron las 200 plazas
oficiales que pusimos a disposición del público. Personalmente, ese día no
cabía en mí de gozo. Tengo que admitir que estaba como en una nube, sabía que
iban a agotarse rápido pero, a pesar de haber bromeado en alguna ocasión con
llenar las plazas en un día, jamás me imaginé que seríamos capaces de hacerlo
realidad. Fue increíble. Muchísimas gracias a todos los participantes por
confiar en nosotros y por todas las sensaciones que nos habéis permitido vivir
a lo largo de este último mes.
Durante los 30 días que han pasado entre el cierre de
inscripciones y la celebración de la prueba lo más destacable ha sido el gran
trabajo que ha supuesto la gestión de la lista de inscritos para poder dar
cabida a unos 10 de los más de 30 corredores que manifestaron su deseo de
formar parte de nuestra lista de espera (era la primera vez que nos veíamos
obligados a tener lista de espera y la verdad es que hace una ilusión tremenda
saber que hay gente que, a pesar de quedarse fuera, está ilusionada y quiere
intentar por todos los medios, hasta el último día, participar en nuestra
prueba). También tuvimos que vivir la ampliación de plazas con el procedimiento
especial de la FEXME para poder dar cabida de alguna manera a los corredores
federados extremeños para que pudieran representar a sus clubes en el
Campeonato de Extremadura por Clubes de Carreras por Montaña y para que,
también, pudieran puntuar en la Copa de Extremadura pues nuestra carrera era
también la primera prueba puntuable de la Copa. Para el año que viene esperamos
tomar medidas para mejorar la gestión en este aspecto.
En fin, que poco a poco se iba acercando el esperado
fin de semana y los nervios iban estando, cada vez más, a flor de piel. En
semana santa realizamos un inolvidable entrenamiento guiado (y pasado por agua)
con algunos de los corredores que, después, han participado en la prueba (me
tocó hacerle de guía a Alvarito, ganador de esta tercera edición, desde lejos y
con la lengua fuera. ¡Vaya máquina este chico!). Hace poco que tuvimos que
pasar más de 8 horas balizando el recorrido y volvimos a realizar un
entrenamiento guiado con nuestros amigos de Plasencia para comprobar el
balizado al día siguiente. Todos los preparativos estaban listos, las marcas
colaboradoras muy entregadas ofreciéndonos gran cantidad de regalos para los
ganadores y nuestros colaboradores, en su mayoría amigos y familiares, con
ganas ya de empezar a trabajar para volver a hacer de la carrera un día de
fiesta local en Jerte.
El sábado 20 de Abril fue un día largo aunque muy de
agradecer. Para nosotros, el previo de la carrera es un día para disfrutar,
para compartir, para trabajar juntos preparando la prueba con una ilusión
colectiva que se contagia y se hace notar, es un día en el que muchos socios
del Club Deportivo Jerte y amigos de toda la vida compartimos risas y energías
para intentar lograr agradar lo más posible a nuestros participantes durante el
día de la carrera. Para nosotros es un día de fiesta y, como tal, lo vivimos.
Después de preparar la cartelería, los dorsales, las bolsas de corredor,
organizar las camisetas, preparar los bocadillos y las frutas para el
avituallamiento final de los corredores y todas esas cosas, nos tomamos un
ratillo de sosiego para descansar pensando ya en el día siguiente y prontito a
la cama para intentar descansar. Personalmente ese día no dormí ni tres horas
debido al estado de nervios que tenía encima. La alta expectación que había
creado la prueba me tenía en vilo por la incertidumbre de si seríamos capaces
de estar a la altura y, además, hay que añadir la presión de correr en casa. En
fin, a lo que vamos que ya me estoy alargando mucho y seguro que os estáis
durmiendo… ¡Cambiad la bobina y daos unas palmaditas en la cara que empieza lo
bueno!
Por fin es 21 de Abril. Ya no hay vuelta atrás y vivo
toda la mañana de este día como si fuera montado en un fórmula 1. Conozco a
tanta gente y hay tantas cosas a las que atender que apenas tengo tiempo para
pensar en lo que digo, hablo, hago, cuento, pienso, siento… Ahora, sentado en
la silla, me doy cuenta que gestioné la mañana según me iba viniendo, sin
pensar, dejándome llevar. Disfruto de cada momento, de cada conversación con
esos amigos que voy conociendo en este mundillo de las carreras y que, hoy, son
mis invitados. Me animo charlando con los compañeros del club, con aquellas
personas que no suelen participar en estas carreras pero que, hoy, se han
puesto la camiseta roja para defender nuestros colores. Disfruto de la ilusión
de cada habitante de Jerte que siente nuestras piernas como si fueran suyas, de
la emoción con la que mi padre y mi madre nos abrazan para inmortalizar los
momentos previos a la carrera con una foto familiar… En fin, son muchas las
sensaciones y emociones que se viven en este rato de espera antes de comenzar a
correr, me siento en un estado de embriaguez mental que me rodea como si
estuviera en una burbuja en la que mi mente es incapaz de gestionar todo lo que
está sucediendo a mi alrededor y los minutos van pasando mientras la sonrisa no
desaparece de mi cara.
Breve calentamiento por las calles del pueblo, últimos
saludos, última meada nerviosa, control de dorsales e inolvidable visión de la
calle completamente abarrotada de gente a la espera de la salida bajo el arco.
Intento ganar algunas posiciones entre la multitud antes de empezar pues sé que
si salgo muy atrás va a suponer un considerable gasto energético extra recuperar
esos puestos. Al final me quedo en el medio para no molestar a los corredores
punteros.
Los corredores empiezan a gritar cada vez más alto
como si de los 300 espartanos de Leónidas se tratara, disparando los latidos de
mi corazón hasta límites insospechados, la adrenalina se dispara por mis venas
y, de repente, suena la bocina, la visión se cierra, las piernas empiezan a
moverse y todos salimos disparados calle arriba. Aún ahora, contándolo, se me
acelera el pulso al recordar ese momento. Voy recuperando puestos a medida que
subimos por el pueblo, esquivando bolardos, coches, codos y piernas del resto
de corredores… hasta encontrarme en un sitio más o menos cómodo. El corazón
sigue a mil, como si acabara de correr un sprint, queriendo salirse del pecho.
Decido reducir un poco el ritmo para no pinchar en la primera cuesta y me
concentro en controlar el pulso, la respiración y, sobre todo, los nervios y la
presión. Pasamos por la explanada del puente. Entre todas las voces de la gente
escucho el grito de ánimo de mi madre que termina de lanzarme hacia adelante.
Comienza la verdadera carrera.
Durante la primera subida el objetivo era rebasar a
Álvaro y ponerme cerca de Pedro (tenemos un nivel parecido y más o menos me
serviría de guía para buscar mi posición). Adelanto a Vanesa, la primera de las
chicas, adelanto a Álvaro y termino adelantando también a Pedro. Gestiono la
subida para llegar al primer sendero de bajada con las piernas controladas. Me
lanzo con calma en la bajada, intentando recuperarme del esfuerzo de la primera
subida. Escucho, como de fondo, los ánimos del Pére que está sacándonos fotos
en el primer saltillo de pared que nos encontramos.
Continúo el sendero y, al llegar a la pista, me
encuentro con Monchi y con los niños de la cantera del club animándome a voces.
Aumento un poco más el ritmo durante la bajada pero controlando las piernas
para que no se recalienten, guardando. Lo bueno de conocer el recorrido es que
soy consciente de que luego voy a necesitar los depósitos llenos en los últimos
kilómetros. Pedro me pasa y le dejo irse, él tiene una zancada mucho más larga
y fuerte que la mía. Continúo manteniéndome hasta llegar al sendero de las
Merinas.
Recorro el sendero a buen ritmo, intentando mantener
controlado mi cuerpo. Respiro hondo para bajar mis pulsaciones a la vez que
intento no perder ritmo en las piernas. Subimos las escalerillas que nos dejan
en el primer avituallamiento donde Tito está sacándonos fotos, me mojo la boca
un poco pero apenas bebo agua (beberé más adelante en la fuente antes de la
subida). Me lanzo en la bajada bastante rápido pero guardando fuerzas para el
paso por Los Pilones. Pequeño llaneo picando hacia arriba al llegar abajo hasta
alcanzar la entrada de Los Pilones donde me encuentro a mi padre sacándonos
fotos que me anima para seguir adelante, miro el reloj y llevo algo más de 25
minutos. Primer control personal de tiempo muy bueno, creo que es la vez que
más rápido he llegado a Los Pilones.
Atravieso el puente y comienzo a escuchar gritos
animándome. Levanto la vista y me encuentro a Tente y con el grupo que le acompaña en una
visita por la garganta y que nos animan con gritos “personalizados” a pesar de
no conocernos de nada. De nuevo es como si las piernas pesaran menos y asciendo
a toda velocidad hacia la parte alta del paso de Los Pilones. En la subida
hacia el sendero que recorre la garganta tengo que ceder y doy un pequeño
descanso a mis piernas para subir algún tramillo andando y tirando un poco de
riñones. Recupero el aliento antes de llegar al llano y de nuevo a trotar cada
vez más rápido a lo largo del sendero. Mantengo una velocidad de crucero
ligeramente superior a lo que estoy acostumbrado aunque bastante cómoda hasta
llegar a la fuente en la que aprovecho para hidratarme un poco pensando ya en
la subida por la Garganta Chica.
Termino de beber y me encuentro con Suso que me
alcanza. Continuo subiendo por el sendero con energías renovadas, deseando
llegar a la parte más técnica cuanto antes, mi zona habitual de entrenamiento,
donde me desenvuelvo mucho mejor que en estos llanos más rápidos. Comenzamos el
ascenso. Manos a las rodillas y a andar lo más rápido que me permitan las
piernas. En los pequeños tramos más llanos a trotar un poco para adelantar
alguna posición y, de nuevo, a tirar de riñones para seguir ascendiendo.
Recupero algunas posiciones trepando por las rocas en las continuas eses del
sendero hasta llegar al paso del Arroyo de Los Gavilanes donde resbalo
tontamente y meto los dos pies en el agua al intentar darle a Dani el
envoltorio de un gel que alguien ha debido “perder” por el camino. El
incremento de peso en las zapatillas encharcadas se nota en los siguientes
metros y tengo que luchar para mantener la posición. Durante el resto de la
subida sigo adelantando corredores trepando por las rocas para no entorpecer su
subida y alcanzo de nuevo a Pedro que me deja pasar justo antes de llegar al
tramo de bajada. El hecho de conocer este tramo a la perfección después de
haberlo recorrido infinidad de veces me permite hacerlo bastante rápido y
llegamos al Puente Carrascal en algo menos de una hora. De nuevo mejorando
cualquier tiempo realizado durante los entrenamientos.
Traguillo de agua, saludos a los senderistas del
avituallamiento y me pongo de nuevo en camino detrás de Pedro. Pregunto mi
posición y me dicen que voy el 45. Lo primero que se me pasa por la cabeza es
que tengo que correr más para mejorarla pero, teniendo en cuenta los tiempos de
paso que estoy haciendo y la cantidad y calidad de los participantes,
intento hacerme a la idea de que voy bastante bien y me limito a recorrer
el sendero que nos lleva a la bajada por la calzada lo más rápido posible.
Intento no separarme mucho de Pedro que, poco a poco, se va alejando de mi de
nuevo. Lo importante es no perder contacto visual. Poco después de pasar la
fuente de Robledo Hermoso me encuentro a Roberto, de Salamanca, parado,
agarrándose fuertemente el pie. Ha sufrido un tropezón por ir cerca del
corredor de delante y teme tener un esguince. Me paro unos minutos con él para
ofrecerle mi ayuda. Después de apoyar varias veces el pie me pide que continúe
sin él pues intentará continuar andando hasta el siguiente control. Me
comprometo a avisar a los enfermeros en cuanto llegue al Puente Nuevo y
me pongo en marcha de nuevo. Un poco más abajo, ya suben los de Protección Civil
y les aviso.
Continúo la bajada por la calzada intentando recuperar
las dos o tres posiciones que he perdido con la parada. No tardo en
recuperarlas antes de llegar al puente. A lo lejos, justo después del puente,
veo pancartas de ánimo para los corredores del Club Deportivo Jerte. Parece que
Alfonso ha podido poner los carteles de Luis para animarnos y está encima del
camino tocando un campanillo y gritando para empujar nuestras piernas antes de
afrontar la subida. Foto para el recuerdo de Santi y me coloco a rebufo del
corredor que llevo delante para hacer más cómoda la subida por las rocas de la
calzada. A medida que ascendemos voy viendo los distintos carteles de ánimo que
me empujan hacia arriba. Me cruzo de nuevo con el Pére que está sacando fotos
en la subida, me canta las posiciones de mis compañeros del club que van por
delante (Jose, Miguel y Pedro), y me informa un poco sobre los tiempos. Poco
después, al finalizar la subida, me encuentro un cartel que directamente dice
“VAMOS KIKO” y termina de lanzarme hacia la majada de Alfonso. En la pista me
encuentro de nuevo con mi padre que vuelve a animarme recuperando mis piernas
para afrontar con fuerza el sendero de La Venta.
Llego al tercer avituallamiento con bastantes fuerzas
aún en las piernas aunque consciente de que empieza lo duro. Tomo un poco de
agua y rápidamente me pongo a bajar por el sendero del Collado de Los Lobos
dejando atrás al corredor que me había servido de liebre a lo largo de los
últimos kilómetros. Disfruto de la serpenteante bajada entre castaños y de los
distintos saltos que me hacen divertirme y relajarme un poco mentalmente.
Incluso me permito alguna floritura para intentar que Angelito, que está por
allí sacándonos fotos, me saque “guapo” al saltar por encima del enorme castaño
que corta el paso. Encaro el camino que comunica con la pista y llego a la dura
subida por trocha que deja KO a más de uno antes de coronar cerca del Collado
de Las Losas. Adelanto un par de posiciones en la subida y llego arriba con
Juan Antonio Orgaz, con el que compartiré los 3 insufribles kilómetros de
bajada a un ritmo cómodo y charlando de nuestras cosas como si de un
entrenamiento más se tratara. Creo que es una de las cosas que más agradecí de
la carrera pues la agradable charla me permitió afrontar esta dura bajada sin
cargar las piernas.
Poco después llegamos al famoso charco que nos volvía
a enfrentar a una tendida pero larga subida por sendero en la que me adelanto
buscando ganar algo de tiempo. Nuestro amigo de Bikila, Ramiro, me pasa en el
pequeño tramo de pista e intento no alejarme mucho de él aún sabiendo que, en
terreno llano, no tengo nada que hacer. Llegamos a la pista del Reboldo donde
nos esperan los chicos de la cantera del Club para darnos ánimos en el punto de
control especial. Entre risas y sufrimiento continúo mi camino de ascenso cada
vez con un ritmo más lento pero sin permitirme parar. Llego a la parte alta de
la pista y comienza el tramo de bajada en el que me parece ver a Jose Colorao
un poco más adelante. Me parece muy raro ya que Jose es el favorito de los
jerteños. Al llegar a la última subida por sendero lo alcanzo. Me cuenta que en
la bajada se ha fastidiado el tobillo que ya traía algo tocado antes de la
carrera. Hacemos la subida juntos. Me dice que continuará hasta el final
intentando no forzar mucho el pie así que lo dejo atrás en la bajada por pista
hacia el último avituallamiento donde me dicen que voy el primero de Jerte
(posición virtual ya que no conocen a Pedro y Miguel que van por delante de
mi). Aún así me anima mucho y me lanzo con fuerza hacia la bajada.
El camino de los Tres Cerros es uno de los caminos que
más disfruto recorriendo así que, sabiendo que es la última bajada y que voy
muy bien de tiempo, me dejo llevar por la emoción y disfruto de él al máximo.
Alcanzo de nuevo a Ramiro que me deja pasar ya que en las zonas técnicas yo soy
más rápido y le hago de guía durante el interminable zigzag del Reboldo que nos
deja en la encementada pista de Los Sotos donde le vuelvo a dejar pasar pues él
es mucho más rápido en asfalto. Los últimos dos kilómetros me los tomo con
calma pues, por experiencia, sé que mis pies sufren mucho en el cemento de la
bajada. Mantengo un ritmo cómodo pensando ya en lo duros que se me hacen el
pequeño repecho del puente y la cuesta de la Calleja de Los Bueyes. En el
puente me pasa David Gil que me anima a continuar adelante pero le dejo
alejarse poco a poco. Al pasar por el puente, los vecinos de Jerte me animan
con sus gritos y sus aplausos y me ofrecen la energía necesaria para afrontar
los duros últimos metros de carrera. Asciendo por la Calleja de Los Bueyes
peleando contra mi mente para mantener un ritmo del que sentirme orgulloso al
entrar en meta aunque ya hace varios minutos que las plantas de mis pies parecen
arder dentro de las zapatillas.
Por más que lo intento, literalmente no tengo palabras
para expresar las indescriptibles sensaciones que se viven en estos últimos 200
metros de carrera. Si que puedo decir que es adictivo. Los gritos de la gente
de fondo animándote, sin poder centrarte en ninguna de sus caras pues parece
que la vista se reduce a una visión de túnel que te permite recorrer las calles
hacia la plaza sin mirar dónde pones los pies, concentrado únicamente en las
sensaciones que sientes, en la emoción del momento… No puedo expresar esos
últimos minutos en los que, como en las películas, pasan por mi mente infinitas
imágenes de los últimos meses a toda velocidad (entrenamientos, llamadas de
teléfono, emails, viajes, mañanas de balizamiento, conversaciones… todo lo
referente a la carrera). Ahora todo termina, es el final de la película.
Encaro la entrada a la plaza bajo una lluvia de gritos
y aplausos de la gente. Levanto los brazos en señal de gratitud por lo que me
están haciendo sentir en este momento. Paro el crono (curiosamente, creo que es
la primera vez que me acuerdo de hacerlo al terminar una carrera) con un
tiempazo final de 2:08 que no me espero para nada pues mi idea era andar por
las 2:30 de los entrenamientos. Este año no llevo música. El año pasado no pude
saludar a mi madre al entrar en meta porque no la escuché. Este año le doy un
abrazo y un beso antes de fichar mi código de barras (sabes que no soy muy de
decir estas cosas pero ¡¡mil gracias por estar ahí y por los gritos de ánimo en
la salida y en la llegada!!).
Me dirijo, como en una nube, hacia el avituallamiento
final. Sin apenas poder articular palabras aún le pido a Marga agua, líquido,
lo que sea, antes de darle un beso. Me arden los pies, me pesan las piernas, se
me cae el plátano al suelo… Me siento al lado de Miguel (Madruga), para
descansar un poco las piernas mientras comentamos un poco la jugada (aún no
sabíamos que su quinto puesto en la llegada era, en realidad, un tercer puesto,
pues dos corredores se habían saltado parte del recorrido y habían obtenido
injustamente el tercer y cuarto puesto). Me quito las zapatillas y los
calcetines para refrescar los pies. Me arden.
Las siguientes dos horas hasta la entrega de premios
se convierten en una auténtica locura. Varios corredores accidentados que
tienen que ser evacuados. Ambulancias que se están encargando de atender a más
corredores con problemas en la parte más técnica de la carrera. El
descubrimiento, y posterior demostración, de la trampa de esos dos corredores
que habían recortado unos 4 o 5 km de recorrido saltándose las balizas y que
habían obtenido injustamente, nada más y nada menos que el tercer y cuarto
puesto. Las llegadas a meta de mis compañeros de club y de un montón de
conocidos y amigos a los que apenas puedo prestar atención por estar a mil
cosas a la vez. Felicitaciones y comentarios sobre la carrera por parte de todo
el mundo. Entrega de premios. Despedida de los corredores como puedo y, de
repente… El silencio. La calma. Parece increíble. La película termina mientras
pasan los créditos sin banda sonora. Recogemos las cosas y cada uno a su casa.
La aventura de esta tercera edición ha terminado. Parece increíble. Pero más
increíble está siendo vivirlo desde la perspectiva de la calma que da el paso
de los días con el trabajo ya asentado. Estoy deseando que empiece ya la cuarta
edición. ¿Conseguiremos superar lo que hemos vivido este año? Va a ser un reto
complicado pero, al menos yo, estoy dispuesto a mejorarlo. Por cierto,
enhorabuena Alvarito por el carrerón. Enhorabuena Javi porque tú siempre serás,
en parte, jerteño y como tal sentimos ese segundo puesto casi como nuestro
(estoy seguro de que tarde o temprano te vamos a ver en lo más alto del cajón).
Y enhorabuena Miguel por ese tercer puesto (sentimos el error con los nombres
al subir al podio :$ espero que no nos lo tengas en cuenta).
Mis disculpas para todos aquellos corredores y amigos
a los que no pude atender adecuadamente por tener que estar a otras cosas. A
nuestros compañeros del Club Comesuelas de Badajoz por que con tanto lío no
pudimos hacer ese minuto de silencio por vuestra compañera. Lo sentimos mucho
de verdad. Espero que nos entendáis.
Soy consciente de que ha sido una buena chapa pero no
quiero despedirme sin agradecer por enésima vez el trabajo y la entrega de
todos los que habéis hecho posible esta tercera edición. Seguramente me deje a
más de uno. A pesar de que la cabeza visible de la organización seamos un par
de personas, son muchas más las que están detrás de todo esto y hacen posible
que podamos disfrutar de esta carrera así que ahí voy:
Muchas gracias, sobre todo, a Jose por ser el padre y
el promotor de todo el movimiento deportivo que está habiendo en Jerte, por
aguantarme y por confiar en mí dejándome prácticamente al cargo de todo lo
referente a la gestión informática, mediática y promocional de la carrera,
permitiéndome sentirla como mía. Por ocuparse de todos los demás temas
engorrosos (gestión del papeleo, viajes, negociación con los colaboradores y
patrocinadores…). Esto es ampliable a todas las actividades del Club Deportivo
Jerte aunque sabes que la carrera es un evento especial para mí. En fin, como
dicen en mi casa, gracias por ser mi Don Quijote y dejarme ser tu Sancho
Panza.
Muchas gracias a mis padres y a Marga por apoyarme y
aguantarme, por sufrir y dejarme disfrutar de cada locura que se me ocurre con
esto de las carreras y mis entrenamientos en solitario (soy consciente de lo
que tenéis que aguantar y sufrir por mi culpa), por sentir este día como un día
especial en el calendario contagiándoos de mi entusiasmo.
A mi hermano por haberse
animado a participar en esta carrera, enhorabuena por el trabajo tan duro y
metódico que has llevado a cabo para prepararla y porque, al final, has
superado tus propias expectativas y has visto que, como te decía, no era tan
fiero el león como lo pintaban.
Gracias a Luis por mantener mi ilusión activa en cada
entrenamiento y por inventarse nuevos retos para superar cada vez que
coincidimos. Por animarme a participar contigo en ellos y por confiar en mí
para una aventura tan grande e importante como es la Travesera. Soy consciente
de que el domingo no tuviste un buen día y te noté bastante bajo de ánimos al
terminar. No te preocupes y no le des más importancia de la que tiene. Tienes
suficiente experiencia para saber que, en esto de las carreras, hay días buenos
y días malos. Estoy seguro de que en Asturias lo daremos todo y nos traeremos
la camiseta buena, la de los que han ido y han vencido. Nos vemos el día 3 para
hacer nuestra última locura juntos antes de subir a Picos. ¡¡Ánimo!!
Gracias a Dani por ese pedazo de vídeo promocional (trabajo
de profesional, ¡enhorabuena!) que ha enamorado a todos los que lo han visto y
que, personalmente, para mí, es uno de los mejores recuerdos de esta tercera
edición.
Muchas gracias también a nuestras chicas que reparten los
dorsales y la bolsa de corredor que tienen que enfrentarse a infinidad de
problemas y discusiones que son fruto del nerviosismo del momento. Realizando
su trabajo de manera eficaz y haciéndose respetar muy educadamente, dando la
cara por nosotros cuando exigimos que se cumplan ciertas normas y los
corredores no las entienden (ya sea la entrega de DNI o de licencia federativa,
tallaje de las camisetas y demás…). Desde aquí quiero dejar claro, para quienes
no lo sepan, que ellas no son responsables de ninguna de las normas que tienen
que seguir a la hora de entregar los dorsales y, sin embargo, son ellas las que
hacen de escudo recibiendo, en muchas ocasiones, la frustración de los
corredores mientras que nosotros recibimos, a posteriori, las alabanzas por el
trabajo bien hecho así que mis agradecimientos son más grandes para vosotras.
¡¡MIL GRACIAS!!
Mención especial también para los servicios de
emergencias de Cruz Roja y Protección Civil por la eficacia con la que
resolvieron los accidentes que tuvieron lugar y, sobre todo, por la rápida
reacción y buen hacer en la evacuación de la corredora que se lesionó en la
parte más complicada del circuito y tuvo que ser evacuada en camilla.
Para finalizar me gustaría dar las gracias a todos los
colaboradores que participan cada año en la carrera. Por ofrecer tremendos
regalos para los ganadores sin apenas obtener beneficio por ello salvo breves
menciones publicitarias. Sin su apoyo nuestra carrera no podría ser tan grande
puesto que nuestro presupuesto es mínimo e intentamos depender exclusivamente
de las inscripciones ya que creemos que el deporte es algo para disfrutar y no
para ganar dinero. Muchas gracias por confiar en nosotros y seguir ahí edición
tras edición.
Por mi parte nada más, gracias a todos y cada uno de
vosotros por estar ahí cada día y por haber aguantado esta tremenda chapa que
os he metido. Espero que comprendáis que esta carrera no es una carrera más y
que tenía que soltar todo lo que llevaba dentro (de hecho tenéis suerte y he
guardado algunas cosillas para “autoconsumo”). Espero que hayáis disfrutado
tanto como yo y que hayamos conseguido que queráis volver para abril del año que
viene. Acordaos de visitar nuestra WEB
para poder ver todas las fotos, videos, noticias... que tenemos preparadas para
vosotros y haceros seguidores de nuestra página de FACEBOOK.
¡¡MUCHÍSIMAS GRACIAS!!
- Track III Carrera por Montaña Garganta de los Infiernos.
- Álbum de fotos de la III Carrera por Montaña Garganta de los Infiernos.
- Enlace directo a la WEB de la III Carrera por Montaña Garganta de los Infiernos.
Mi más sincera enhorabuena y admiración por ese gran trabajo realizado, se palpa que con muchas ganas e ilusión, y verás que con ese "poquito" invertido lo mucho que se obtiene. El que da lo que tiene no está obligado a dar más.
ResponderEliminarEsta era mi primera participación en una Carrera de Montaña, pero te aseguro que en (casi) ninguna otra de asfalto me he sentido tan bien como en esta, al fin y al cabo las carreras se basan en los mismos principios independientemente de su recorrido.
En todo momento me sentí muy arropado tanto por voluntarios, organización, habitantes y en general todo la gente relacionada con Jerte y la Carrera.
Dicho esto sólo queda felicitaros e invitaros a que empecéis a trabajar ya (jeje) en la próxima edición, porque el listón está muy pero que muy alto.
Un abrazo muy fuerte y muchas gracias por todo.
Muchísimas gracias José Vicente!! Me alegra que hayas disfrutado tanto. Ten por seguro que, a pesar de tener el listón bastante alto para el año que viene, ahí estaremos para saltar por encima! Un abrazote!
ResponderEliminarLo que más pena me da es que cada vez será más difícil conseguir un dorsal y después de la experiencia de este año me "aterra" quedarme fuera en alguna edición porque esta será prueba marca en el calendario de aquí en adelante de forma bien pronunciada.
ResponderEliminarIncreíble el trabajo realizado.
Me temo que para la próxima edición habrá que estar con el dedo en el ratón para rellenar el formulario de inscripción en cuanto lo cuelgue jejeje. Me alegro de que ya pienses en marcarla en el calendario, intentaré que estéis informados de la hora de apertura para que no os quedéis fuera! Un abrazote y muchas gracias!
EliminarQue tío, pedazo de crónica. Al leerla parece que estoy corriendo por la garganta chica.
ResponderEliminarEsa es la idea jajaja En otras carreras no me se los nombres y no puedo narrarlo tan detallado pero lo bueno que tiene correr en casa es que he hecho este recorrido muchas veces y puedo recordar casi cada paso... Me alegra haber conseguido que recreéis de nuevo la carrera y espero que tardéis en olvidarla tanto como tardaré yo! un abrazote y gracias por aguantar la chapa!
Eliminar...que bien contado todo, que buen día, que miedo de quedarse sin dorsal el año que viene
ResponderEliminar...pocas carreras en Extremadura han tenido la cantidad de halagos y felicitaciones que estoy viendo en esta
...una felicitación más a la organización y a la parte que te toca
Muchas gracias Marco!
EliminarEspero que para el año que viene la gente vuelva a irse tan contenta como se ha ido el año pasado y como os habéis ido este año. La verdad es que parece que hemos dejado el listón bastante alto y va a ser difícil superarlo en la próxima edición pero lo intentaremos por todos los medios. Agradecemos de corazón todos los halagos que nos están llegando. Intentaremos seguir siendo merecedores de ellos.
Un abrazote!
Me has hecho revivir metro a metro otra vez la carrera, la verdad es que lo habéis hecho genial. Mucha suerte en ese reto que veo váis preparando en los Picos de Europa, te sigo. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias Miguel!! disculpa por tardar en contestar. Se me habrá colado jejeje. Pues espero que al año que viene puedas volver a disfrutar de nuestra prueba y que consigamos superar esta tercera edición para que os guste más aún. Gracias por los ánimos para la Travesera, os mantendré informados de cómo va todo jejeje un abrazote!
EliminarQue maravilla el resumen, la carrera, la organización, el pueblo... TODO !!! Como me gustaría ir más, para poder disfrutar de esa naturaleza.
ResponderEliminarGracias a esta carrera me he animado y he empezado a correr por montaña, es un auténtico lujo tener estos parajes y poder disfrutarlos.
Espero poder correrla durante mucho tiempo siempre y cuando el cuerpo me deje... je,je
Saludos para todos los del club y para Miguel (tu hermano) que me ayudó durante muchos kilometros en la carrera.
Muchas gracias David!! Me alegro de que hayas empezado a correr por la montaña. Ahora cuando vengas unos días en verano seguro que no te aburres porque es raro el día que no sale alguien por ahí (yo salgo bastante aunque no se si te animarías a ir conmigo jajaja). Nos vemos este verano no? Un abrazote y espero que aún te queden muchos años que compartir la carrera con nosotros!!
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