martes, 26 de marzo de 2013

II Edición de la Transcanchos (batalla en el lodo):



El pasado domingo 24 de Marzo estuvimos en Plasencia disfrutando de la segunda edición de su Carrera por Montaña Transcanchos. Este año el recorrido era, si cabe, aún más espectacular debido a las condiciones meteorológicas que estamos teniendo en el Valle del Jerte durante las últimas semanas con incesantes lluvias. El itinerario de la carrera recorre los senderos de las dehesas de Valcorchero y el agua, los arroyos y los continuos lodazales a los que nos enfrentamos, hicieron que la carrera se convirtiera en una de las más divertidas que he disfrutado últimamente haciendo que nos olvidáramos del esfuerzo extra que había que hacer tanto en las subidas como en las bajadas debido al barro.


Amanece muy nublado y lloviendo bastante en Jerte. A medida que nos acercamos a Plasencia parece que la lluvia empieza a tomarse un descanso pero el cielo sigue estando bastante cubierto. Por el camino escuchamos con decepción como la carrera de Alonso en Malasia no dura más de dos vueltas. Parece que no empezamos bien. Llegamos a Plasencia y ya se nota bastante ambiente. Nada más llegar, al recoger los dorsales, Suso me dice que me lo voy a pasar como un niño pequeño pues el recorrido se ha convertido en un completo lodazal y, en algunos lugares, nos meteremos en el barro y los arroyos hasta las rodillas. Me alegra la mañana. Me encanta eso de volver lleno de mierda a casa.


Nos cambiamos, calentamos y estiramos, hablo con un montón de gente (cada día paso más tiempo haciendo de relaciones públicas en las carreras en lugar de calentar pero bueno, también hay que “calentar” las amistades). Se acerca el momento de empezar. Control de dorsales y nos colocamos en el arco de salida. Como llevo un rato hablando con Victor y con otros amigos de Tomate Running, sin darme cuenta me he puesto en la parte de delante. Intentaré sacar provecho de esta posición adelantada en la salida aunque soy consciente de que no es mi sitio. 


Suena la bocina y nos ponemos en marcha. Salimos escopetados carretera arriba hasta la rotonda para, inmediatamente, volver a bajar hacia los senderos de Valcorchero. El grupo se estira durante la bajada y, ya pisando tierra, las primeras subidas ponen a cada uno en su lugar. La rápida salida me pasa factura y comienzo a darme cuenta de que voy por encima de mi ritmo. Muy a mi pesar tengo que reducir la velocidad y hago la parte final de la subida andando. Pedro me adelanta y me da ánimos para seguir y decido utilizarlo como punto de referencia durante los próximos kilómetros. Poco a poco voy cogiendo ritmo y me hago un hueco en una posición cómoda para disfrutar sin perder tiempo.


Durante los primeros 5km nos dedicamos a ascender por el barro y los arroyos, aún sigo pagando los excesos de la salida y noto que las piernas tardan en entrar en calor debido a la humedad. A ratos sale el sol e incluso hace calor y tengo que quitarme la braga y remangarme. Quizá debí usar la camiseta de tirantes. El primer ascenso se me hace eterno y pierdo alguna posición en la subida aunque me mantengo bien posicionado. Pedro se me va escapando al llevar mejor ritmo que yo y tengo que conformarme con mantener el mío hasta que, por fin, llega la primera bajada. 


Al haber tanto barro tengo que tomarme las bajadas con algo más de calma de lo que me gustaría pero aún así decido disfrutar del barrizal y dejarme llevar para ganar algo de tiempo e incluso consigo ganar alguna posición a los que dudan y temen las consecuencias de los posibles resbalones entre el barro y las piedras. Atravesamos algunos arroyos y, continuamente, nos hundimos en los distintos lodazales durante la bajada. La verdad es que estoy disfrutando como un enano y las piernas se olvidan ya de los esfuerzos realizados en la salida y la primera subida. Me dedico a divertirme chapoteando en los charcos y corriendo por el fango hasta que, de repente, comenzamos la segunda ascensión, quizá la más dura.


Me pongo detrás de los corredores con los que he realizado la bajada y comenzamos a ascender por una ladera con bastante desnivel llena de barro y agua que se vuelve cada vez más dura. Aquí no corre ni el Tato. La subida es bastante larga y llego arriba con un elevado coste energético. En el avituallamiento nos dicen eso de “ya no os queda nada” y recuerdo que les contesté “a ver si somos capaces de llegar”. Continuamos ascendiendo por la calzada. La subida se vuelve más llevadera y podemos volver a correr aunque sea con el ritmo mermado. Volvemos a pasar por una zona con bastante público animándonos y me sorprendo al ver que el Pérez se encuentra entre ellos. Ha tenido una torcedura y ha tenido que abandonar. Continúo subiendo con la cabeza agachada hasta que, por fin, volvemos a bajar. Noto que las piernas no están en su mejor momento y tengo que descender con más cuidado pues no respondo a los resbalones tan bien como al principio. Sigue habiendo mucho barro durante toda la bajada y atravesamos una parte bastante técnica que mina bastante las fuerzas antes de llegar a una inmensa pradera llena de arroyos, charcos y lodo que tira de nosotros hacia abajo hasta que llegamos al sendero que nos deja en la tercera y última subida. 


Hago esta subida con los dos compañeros “tomateros” que he realizado la bajada, alternándonos en el ascenso para hacerlo más llevadero, hasta que llegamos a los pies de la ermita de la Virgen del Puerto. Este año la rodeamos y volvemos a descender por un sendero muy técnico y repentino con bastante barro antes de volver a subir de nuevo hasta el último avituallamiento. Hay bastante público y nos animan mientras atravesamos el barrizal que hay antes de cruzar la carretera y ascender por el sendero que pone fin a esta tercera subida. Ya queda poco y las piernas notan el esfuerzo extra de correr peleando con el fango. Comienza a llover levemente.


Una pequeña bajada por los senderos hasta atravesar la cerca de la dehesa que nos deja en una pista forestal con una subida bastante tendida pero en la que muchos tenemos que echar el pie a tierra en algún momento antes de conquistarla. Por último, un descenso bastante peligroso por arroyos de barro y resbaladizo lodo que nos devuelve al tramo que ascendimos al inicio de la prueba, una pequeña pero dura subida que termina ofreciéndonos vistas a la zona de meta, un descenso rápido que nos lleva de nuevo a la carretera y el ascenso final hasta la meta donde nos espera gran cantidad de público.


Llego a meta en la posición 35, con un tiempo de 2h, con una sonrisa en la cara y, curiosamente tras una dura carrera, aún con fuerzas. Lo único que tengo en mente son los recuerdos de lo bien que lo he pasado, lo bonito que estaba el recorrido y lo divertido que ha sido correr por el barro. Comemos algo, aprovechamos las duchas para limpiarnos toda la suciedad que tenemos encima y volvemos para la entrega de premios. Esta vez los componentes del Club Deportivo Jerte hemos dado bastante que hablar. Tenemos dos primeros puestos (Isma en Junior y Jose en Promesa), un segundo puesto (Gema en Veteranas) y, Javi (que aunque no sea de nuestro club lo sentimos como nuestro) que se lleva el tercer puesto en la general después de una gran carrera, demostrando que este año está muy fuerte. Susi llegó sexto todavía con algunas molestias y el resto simplemente hicimos una buena carrera. También recibimos un premio como segundo club con más representación en la carrera. Gran día y, sobre todo, gran carrera esta segunda edición de la Transcanchos. ¡Enhorabuena a los organizadores! Al año que viene más y mejor. 

1 comentario:

  1. Gran crónica para una gran carrera... Si sigues así te vamos a nombrar cronista oficial del Trailrunning de las Ermitas!!!! jejejeje

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